martes, 26 de diciembre de 2017

Recursar: ¿fracaso o aprendizaje?

Queremos decirte que para nosotros la palabra fracaso no existe, porque pensamos que en cada experiencia universitaria, sin duda podemos sacar un aprendizaje. De todas formas, tomamos el tema y nos hacemos cargo. ¿Qué es lo primero que se nos viene a la cabeza cuando pensamos en recursar? ¡No, qué bajón! ¡Me clavo otro cuatrimestre! ¡Perdí el tiempo! ¡Me voy a atrasar toda la carrera! ¡ME VOY A RECIBIR EN 15 AÑOS! ¡ME VAN A ECHAR DE MI CASA! ¡VOY A PERDER EL EMPLEO! What? No! Pará un minuto, relajate.

Y sí, la verdad hay que decirlo: recursar es un garrón. Sin embargo, te proponemos pensar en esta experiencia desde otro lugar, desde otro punto de vista. ¿Por qué recursamos?
1. Porque no pudimos alcanzar el nivel de conocimiento exigido. ¿Sabemos por qué? ¿Podemos solucionarlo?.
2. Perdimos la cursada por sucesión de faltas, por laburo o por temas personales.
3. O porque no nos gustó la forma en la que se daba la clase.

No importa el motivo. La clave es no enojarse ni pensar en el tiempo perdido, sino en el tiempo invertido. Fijate qué podés rescatar de la cursada y hacé una autocrítica. ¿En qué fallaste? o ¿qué te faltó aprender?

Y si recursaste por un hecho fortuito que pasó en tu vida, entendé que no todo dependió de vos. A veces te pasa bolud*, en el laburo, te anotaste en una, te empezas a seguir cosas del laburo y te cag*ron y sí, 3 faltas y estás afuera. ¿Pero qué vas a hacer? No sé. Nadie perdio la carrera por una materia. Lo repito. NADIE PERDIÓ LA CARRERA POR UNA MATERIA. No pasa nada. Así que no te pongas mal. Fijate si a futuro podés hablar con tu profesor y preguntale cómo podés hacer para prepararte mejor.

¿Te pasó de recursar una materia? Dejanos tu comentario y contanos tu experiencia.

lunes, 18 de diciembre de 2017

Historia Con Moraleja: El Hombre De La Sierra

Sé que te gusta interpretar estar historias con moraleja, así que hoy te traigo una brevísima historia para que me cuentes qué interpretación le das tú.

Hoy te voy a contar una historia. Esta historia fue extraída del best-seller “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva”, de Stephen Covey. Y esto es lo que dice…

Supón que te encuentras con alguien que trabaja febrilmente en el bosque, cortando un árbol con una sierra.
- ¿Qué estás haciendo? - le preguntas.
- ¿No lo ves? - te responde él con impaciencia - Estoy cortando este árbol.
- ¡Se te ve exhausto! - exclamas tú - ¿Cuánto tiempo llevas trabajando ahí?
- Más de cinco horas, y estoy molido. Esto no es fácil.
- ¿Por qué no haces una pausa durante unos minutos y afilas la sierra? - preguntas tú -. Estoy segura de que cortaría mucho más rápido.
- No tengo tiempo para afilar la sierra - dice el hombre enfáticamente -. Estoy demasiado ocupado cortando este árbol.

Y esta es la historia. Lo que Stephen Covey recomienda a partir de ella es que nos tomemos el tiempo necesario para afilar nuestra sierra. ¿A qué crees que se refiere?

Hace tiempo me contaron una historia similar. Quien me la contó no recordaba dónde la había leído, pero quiero contartela pues creo que la similitud con la historia anterior es altísima, y quizás pueda ayudarte a encontrar la enseñanza escondida en ambas, pues es la misma. Dice así:

Imagina que vas conduciendo. Algo necesario para poder conducir es que el coche tenga gasolina. Pues imagina esta situación, como te decía, vas conduciendo. Tu acompañante te dice:
- Creo que tendrás que parar para echar gasolina.
- Imposible - dices tú - estoy conduciendo y no puedo parar porque tengo que llegar, así que tengo que seguir conduciendo.

Fin de la historia. ¿Ves ahora la enseñanza oculta? ¿Has podido extraer una moraleja de estas historias? Pásate por la sección de comentarios y cuéntanos tu interpretación.

Y recuerda: Tienes a tu alcance mucho más de lo necesario para ser feliz. ¡La decisión es tuya!

sábado, 9 de diciembre de 2017

Descanso y rendimiento en el trabajo y los estudios

Hola, el entrenamiento de hoy te será especialmente útil si tienes un trabajo que requiere un esfuerzo intelectual continuado, si tienes hijas o hijos en edad escolar, si te dedicas a la docencia o la formación... y en muchos otros casos. Fíjate en el gráfico que te voy a mostrar ahora, y verás el rendimiento de una persona a lo largo de una tarea continuada.



Si dedicamos un período de tiempo prolongado a la realización de una misma tarea, pasamos por tres fases: calentamiento, concentración y fatiga. Al pasar por todo este recorrido, el tiempo que realmente estamos rindiendo es muy poco porque en las fases de calentamiento y fatiga no damos el 100%. De hecho, incluso antes de empezar a trabajar, si sabemos que nos espera una jornada larga e intensiva en una misma tarea, automáticamente se producen una serie de consecuencias en nuestro rendimiento de partida. Aumenta la fatiga y el cansancio físico, se reduce la agilidad mental, disminuye la concentración y se incrementa la tendencia a la dispersión. Aumenta la probabilidad de cometer errores y se reducen la eficacia y la motivación.

Por eso es muy importante tener una estrategia de trabajo antes de empezar. Si sabes que vas a tener que realizar esa tarea a lo largo de un tiempo prolongado, planifica varias pausas cortas a lo largo de toda la jornada. Busca una actividad que te guste mucho para esas pausas. Escucha una canción, mira un vídeo en youtube, juega con tu perro.. o simplemente descansa. Es importante que esas pausas sean cortas para no tener que volver a empezar en la fase de calentamiento, para no perder la concentración. La frecuencia de las pausas decídela tú, en función del cansancio que notes ese día y del tiempo del que dispongas.

¿Cuál es la actividad que has elegido para tus descansos? Compártelo con nosotros en la sección de comentarios, justo aquí debajo. Si te ha gustado y crees que puede serle útil a alguien, compártelo en tus redes sociales.

Y recuerda: ya sabes que tienes a tu alcance mucho más de lo necesario para ser feliz. ¡La decisión es tuya!

sábado, 2 de diciembre de 2017

El primer paso para hacer realidad tu idea de negocio

Tienes una idea, crees que es buena y te encantaría llevarla a cabo. Pero le das vueltas y más vueltas y parece que nunca llega el momento de dar el primer paso. Hola, hoy te voy a contar cómo empezar.

El primer paso de casi cualquier proceso suele ser el más difícil de dar. Sin embargo, en este caso no es así. El entrenamiento de hoy requiere que des únicamente este primer paso, ¡vas a ver qué fácil! El primer paso que debes dar para hacer realidad tu idea de negocio es tratar de conocer a fondo el sector donde se enmarca tu idea. Busca en Google, averigua lo que ya está funcionando, investiga qué necesidades relacionadas con su idea están sin satisfacer, recoge información sobre tu público objetivo, encuentra ejemplos de personas o empresas que estén teniendo éxito en tu sector y aprende de ellas.

¿Se trata de una idea para un negocio físico? infórmate bien sobre el entorno donde quieres implementar tu idea.

¿Se trata de una idea para un negocio online? Averigua en qué medida hay personas buscando lo que tú ofreces y cómo lo están buscando. Si tienes dudas sobre cómo hacerlo puedes utilizar alguna herramienta como el planificador de palabras clave de Google.

Éste primer paso debe ser exhaustivo pero no eterno. Uno de los errores más comunes en personas que tienen una idea de negocio, es el estancamiento en este primer paso. Para evitarlo márcate un plazo, decide cuál es la fecha en la que quieres continuar con el siguiente paso, y respeta tu decisión. En el período de tiempo que establezcas recoge y analiza toda la información que necesites, pero cuando llegue la fecha límite deberás avanzar.

¿Cuál es tu fecha límite para llevar a cabo este primer paso del proceso? Toma tu decisión ahora y compártela en los comentarios, justo aquí debajo. Si te ha gustado y crees que puede serle útil a alguien compártelo en tus redes sociales.

Recuerda: Tienes a tu alcance mucho más de lo necesario para ser feliz ¡La decisión es tuya!